OFICIO DE LECTURA
Si el Oficio de Lectura es la primera oración del día:
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
Se añade el Salmo del Invitatorio con la siguiente antífona:
Ant. Venid, adoremos a Cristo, Pastor supremo.
Si antes del Oficio de lectura se ha rezado ya alguna otra Hora:
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
Himno: PUERTA DE DIOS EN EL REDIL HUMANO
Puerta de Dios en el redil humano
fue Cristo, el buen Pastor que al mundo vino,
glorioso va delante del rebaño,
guiando su marchar por buen camino.
Madero de la cruz es su cayado,
su voz es la verdad que a todos llama,
su amor es el del Padre, que le ha dado
Espíritu de Dios, que a todos ama.
Pastores del Señor son sus ungidos,
nuevos cristos de Dios, son enviados
a los pueblos del mundo redimidos;
del único Pastor siervos amados.
La cruz de su Señor es su cayado,
la voz de la verdad es su llamada,
los pastos de su amor, fecundo prado,
son vida del Señor que nos es dada. Amén.
SALMODIA
Ant. 1. Inclina, Señor, tu oído hacia mí; ven a librarme.
Salmo 30 I - SÚPLICA CONFIADA Y ACCIÓN DE GRACIAS.
A ti, Señor, me acojo:
no quede yo nunca defraudado;
tú, que eres justo, ponme a salvo,
inclina tu oído hacia mí;
ven aprisa a librarme,
sé la roca de mi refugio,
un baluarte donde me salve,
tú que eres mi roca y mi baluarte;
por tu nombre dirígeme y guíame:
sácame de la red que me han tendido,
porque tú eres mi amparo.
En tus manos encomiendo mi espíritu:
tú, el Dios leal, me librarás;
tú aborreces a los que veneran ídolos inertes,
pero yo confío en el Señor;
tu misericordia sea mi gozo y mi alegría.
Te has fijado en mi aflicción,
velas por mi vida en peligro;
no me has entregado en manos del enemigo,
has puesto mis pies en un camino ancho.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén
Ant. Inclina, Señor, tu oído hacia mí; ven a librarme.
Ant. 2. Haz brillar, Señor, tu rostro sobre tu siervo.
Salmo 30 II
Piedad, Señor, que estoy en peligro:
se consumen de dolor mis ojos,
mi garganta y mis entrañas.
Mi vida se gasta en el dolor;
mis años, en los gemidos;
mi vigor decae con las penas,
mis huesos se consumen.
Soy la burla de todos mis enemigos,
la irrisión de mis vecinos,
el espanto de mis conocidos:
me ven por la calle y escapan de mí.
Me han olvidado como a un muerto,
me han desechado como a un cacharro inútil.
Oigo las burlas de la gente,
y todo me da miedo;
se conjuran contra mí
y traman quitarme la vida.
Pero yo confío en ti, Señor,
te digo: «Tú eres mi Dios.»
En tu mano está mi destino:
líbrame de los enemigos que me persiguen;
haz brillar tu rostro sobre tu siervo,
sálvame por tu misericordia.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén
Ant. Haz brillar, Señor, tu rostro sobre tu siervo.
Ant. 3. Bendito sea el Señor, que ha hecho por mí prodigios de misericordia.
Salmo 30 III
¡Qué bondad tan grande, Señor,
reservas para tus fieles,
y concedes a los que a ti se acogen
a la vista de todos!
En el asilo de tu presencia los escondes
de las conjuras humanas;
los ocultas en tu tabernáculo,
frente a las lenguas pendencieras.
Bendito el Señor, que ha hecho por mí
prodigios de misericordia
en la ciudad amurallada.
Yo decía en mi ansiedad:
«Me has arrojado de tu vista»;
pero tú escuchaste mi voz suplicante
cuando yo te gritaba.
Amad al Señor, fieles suyos;
el Señor guarda a sus leales,
y a los soberbios les paga con creces.
Sed fuertes y valientes de corazón
los que esperáis en el Señor.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén
Ant. Bendito sea el Señor, que ha hecho por mí prodigios de misericordia.
V. Enséñame, Señor, a caminar con lealtad.
R. Porque tú eres mi Dios y Salvador.
PRIMERA LECTURA
De la primera carta a los Corintios 7, 1-24
CUESTIONES SOBRE EL MATRIMONIO
Hermanos: Viniendo a tratar de las consultas que me hicisteis, os digo: Es cosa buena que el hombre se abstenga de la mujer. Mas, por los peligros de la fornicación, cada uno tenga su mujer, y cada una tenga su marido.
El marido vaya pagando su deuda a la mujer, e igualmente la mujer a su marido. La mujer no es dueña de su propio cuerpo; sino el marido. Y del mismo modo: el marido no es dueño de su propio cuerpo; sino la mujer. No os defraudéis uno al otro vuestro derecho, a no ser de común acuerdo, y por algún tiempo, y para daros a la oración. Y, de nuevo, volved al mismo orden de vida, para que no os tiente Satanás por vuestra incontinencia. Esto lo digo como una concesión, no como un mandato.
Bien quisiera que todos los hombres fuesen como yo; pero cada uno tiene su propia gracia de estado, recibida de Dios: unos para vivir de esta manera; otros, de la otra.
Sin embargo, a los no casados y a las viudas les digo que es cosa excelente para ellos quedarse en el mismo estado que yo. Ahora que, si no pueden guardar continencia, que se casen. Mejor es casarse que arder en concupiscencia.
Respecto de los casados, hay un precepto, no mío, sino del Señor: Que la mujer no se separe del marido. Y, caso de separarse, que no vuelva a casarse o que haga las paces con su marido. Y también: Que el marido no despida a la mujer.
En cuanto a los demás, digo yo, no el Señor: Si un hermano tiene mujer pagana, y ésta consiente en cohabitar con él, no la despida. Y, del mismo modo: Si una hermana tiene marido pagano, y éste consiente en cohabitar con ella, no despida al marido. El marido pagano queda santificado por la mujer creyente; y la mujer pagana queda santificada por el marido que tiene fe. Porque, de otra manera, tendríamos que vuestros hijos serían impuros; pero, de hecho, son santos.
Sin embargo, si la parte pagana se retira, que se retire. En tales casos, ni el hermano ni la hermana están sometidos a la esclavitud. El Señor nos ha convocado para la paz. Porque, tú, mujer, no sabes si podrás salvar al marido. Y tú, marido, no sabes si podrás salvar a la mujer.
Fuera de esto, cada uno ande conforme el Señor le asignó en herencia, cada uno conforme Dios lo ha convocado. Y así lo voy ordenando en todas las Iglesias. ¿Ha sido uno convocado del judaísmo? No disimule su condición de judío. ¿Lo ha sido otro del paganismo? No se circuncide. No importa nada el ser o no ser circuncidado, sino la guarda de los mandamientos de Dios. Cada uno continúe en la condición en que fue convocado por Dios.
¿Fuiste convocado siendo esclavo? No te preocupes. Pero, si puedes ser liberto, aprovéchate más bien de ello. El que, siendo esclavo, ha sido convocado en el Señor es un liberto del Señor. Y, de la misma manera, el que, siendo libre, ha sido convocado es un esclavo de Cristo. Habéis sido comprados a precio. No os hagáis esclavos de los hombres. Hermanos, que cada uno continúe sirviendo a Dios en la condición en que fue convocado.
RESPONSORIO Mt 19, 5. 6. 4
R. Dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y vendrán a ser los dos una sola persona. * No debe separar el hombre lo que Dios ha unido.
V. El Creador los hizo desde un principio varón y mujer, así que ya no son dos, sino una sola persona.
R. No debe separar el hombre lo que Dios ha unido.
SEGUNDA LECTURA
De la Vida eslava de Constantino
(Cap. 18: Denkschriften der kaiserlichen Akademie der Wissenschaften 19, Viena 1870, p. 246)
HAZ CRECER A TU IGLESIA Y MANTENLA SIEMPRE EN LA UNIDAD
Constantino Cirilo, sobrecargado de trabajo, cayó enfermo y, cuando hacía ya muchos días que soportaba su enfermedad, tuvo en cierta ocasión una visión divina y se puso a cantar estas palabras:
«Qué alegría para mi espíritu y que gozo para mi corazón cuando me dijeron: " Entraremos en la casa del Señor."»
Después, permaneció así todo el día, lleno de alegría y diciendo:
«Desde ahora soy siervo, no ya del emperador ni de otro hombre alguno, sino tan sólo del Dios todopoderoso. Antes no existía, pero ahora existo y existiré para siempre. Amén.»
Al día siguiente vistió el santo hábito monástico y, como quien añade más luz a la luz, tomó el nombre de Cirilo. Con este hábito permaneció durante cincuenta días. Al acercarse ya la hora de recibir el descanso y de trasladarse a las moradas eternas, elevando sus manos hacia Dios, rogaba con lágrimas en sus ojos, pronunciando estas palabras:
«Señor, Dios mío, tú que creaste las diversas categorías de ángeles y todas las fuerzas incorpóreas, que extendiste el cielo, diste solidez a la tierra y sacaste de la nada todo lo que existe, tú que escuchas siempre a los que cumplen tu voluntad, te respetan y observan tus preceptos, escucha mi oración y guarda a la grey de tus fieles, al frente de la cual me pusiste a mí, tu siervo inepto e indigno.
Líbralos de la malicia de los impíos y paganos que blasfeman de ti, haz crecer en número a tu Iglesia y mantenla siempre en la unidad. Haz que tu pueblo se distinga por su concordia en la fe verdadera y por la recta profesión de la misma, e inspira en sus corazones la palabra de tu doctrina: porque es don tuyo el que nos hayas aceptado como predicadores del Evangelio de tu Ungido, incitándonos a que practicáramos las buenas obras que te son agradables. Te devuelvo los que me confiaste, porque son tuyos; gobiérnalos con tu diestra poderosa y cúbrelos con la sombra de tus alas, para que todos alaben y glorifiquen tu nombre, el del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.»
Besó a todos con el ósculo santo y dijo:
«Bendito el Señor, que no nos entregó como presa a los dientes de nuestros adversarios invisibles, sino que rompió su red y nos libró del mal que tramaban contra nosotros.»
Y así se durmió en el Señor, a la edad de cuarenta y dos años. El papa mandó que todos los griegos que se encontraban en Roma, así como los romanos, se reuniesen, con cirios en las manos, para cantar en sus exequias, que quiso que se celebraran como si se tratase del mismo papa; y así se hizo.
RESPONSORIO Sal 88, 20. 21-22; Jr 3, 15
R. Un día hablaste en visión a tus amigos: "He levantado a un elegido sobre el pueblo. Encontré a David, mi siervo; * lo he ungido con óleo sagrado; para que mi mano esté siempre con él."
V. Os daré pastores conforme a mi corazón, que os apacentarán con ciencia y con sabiduría.
R. Lo he ungido con óleo sagrado; para que mi mano esté siempre con él.
ORACIÓN.
OREMOS,
Tú, Señor, que por medio de los santos hermanos Cirilo y Metodio iluminaste con la luz del Evangelio a las naciones eslavas, haz que nosotros, unidos en la confesión de la fe verdadera, demos al mundo, por nuestra unidad, testimonio del nombre cristiano. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén
CONCLUSIÓN
V. Bendigamos al Señor.
R. Demos gracias a Dios.
6:30 pm Templo Parroquial
Sábados
5:00pm Ermita Corazón de María- Urb. Los Caobos
7:00 pm Templo Parroquial (Camino Neocatecumenal)
Domingos
8am Templo Parroquial
10am Templo Parroquial
12m Templo Parroquial
Miercoles a Viernes de 2:30pm a 5:30pm
787-298-4524